Siendo fino podría decirse que es increíble, rocambolesco, kafkiano… pero como diría el antiguo director del colegio al que iba cuando era niño, lo que le ha pasado a Ina Karura es “pa mear y no echar gota” (era un colegio de pago, no os confundáis, pero el temido “don Alejandro” era una persona bastante… peculiar).
Leed por favor la carta de Ina pulsando en este enlace, comprenderéis a qué me refiero y por qué se me han puesto los pelos de punta. Ella tenía una copia de seguridad de todas sus pertenencias en SL, pero ¿os imagináis si por una incompetencia de los gestores de Linden Lab resulta que pierde los años de trabajo dedicados al proyecto de su museo?.
Un beso Ina y ánimo,
El cazador de barcos y el falso portaaviones
-
Estaba leyendo "El cazador de barcos" de Justin Scott, un clásico de las
novelas de tema naútico. Un libro muy recomendable y muy bien documentado,
tanto...
Hace 9 años