Mezclando a tope SL con RL
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZL70fxzLoAuQ3lPOweYNqVI6-EAzCClqdZ172m1L0wMHuNnlS8BySWe8UN4UiGOM8PduEpV7kEaUF6v5RD7h3p074lSKyajSPM7iqyQlP8wIWfcTohKdFYvv70yEgp8B_eroB909Uk5iX/s200/111black_heaven.jpg)
Bajo un título u otro, el film de Gilles Marchand nos presenta una historia que que transcurre en dos mundos que interaccionan de una manera inesperada.
En el mundo real Gaspard (Grégoire Leprince-Ringuet) es un joven que tiene una vida apacible con su novia y sus amigos. Por casualidad descubre la existencia de un mundo virtual, Blak Hole, y se queda impactado por las cosas que allí ocurren, sobre todo cuando conoce a Audrey (Louise Bourgoin), una chica tan hermosa y enigmática como su avatar virtual.
La trama es entretenida, quizás un poco forzada, pero te acaba enganchando a pesar de la lentitud con la que transcurren los acontecimientos, pero esto, si te gusta el cine francés no lo notarás.
Bajo mi punto de vista lo verdaderamente interesante es comprobar cómo se ven los mundos virtuales en el cine y comparar el de Black Hole con el de Second Life. El primero es ocuro, enigmático y te envuelve en un ambiente que parece inclinado a lo prohibido. El segundo es luminoso, colorido, quizás más "naif" pero los que lo conocemos sabemos que también puede ser una puerta hacia lo prohibido, por lo menos hacia lo oculto.
En ambos el anonimato de los avatares parece ser una condición indispensable para el tipo de conductas que en ellos se desarrolla. Ello te tienta en muchas ocasiones a llevar existencias separadas o por lo menos a intentarlo. Entonces, una de las cosas que más puede llamar la atención a un usuario de Second Life es como en esta historia se mezclan tan abruptamente ambas existencias.
No te cuento más por si quieres ver la película. A mí me gustó.
Saludos,